Estilos de Aprendizajes


Los estilos de aprendizaje se definen como las distintas maneras en que un individuo puede aprender. Para D. E. Hunt, describen las condiciones bajo las que un discente se encuentra en la mejor situación para aprender, o qué estructura necesita para mejorar el proceso de aprendizaje. En términos generales, los estilos de aprendizaje se emplean en el ámbito psicológico y educativo para referirse a la manera distintiva en que las personas resuelven problemas, es decir, la respuesta a estímulos e información. También, es posible definirlo a partir del comportamiento característico de una persona, desde lo afectivo, fisiológico y cognitivo, mismo que permite identificar la manera en que el alumno interactúa con un entorno de aprendizaje.

Existen diversas posturas en la clasificación de estilos de aprendizaje. Algunos ejemplos se observan en la siguiente tabla:1
Modelo
Estilos de aprendizaje
Sistema de representación (Modelo PNL)
Visual
Auditivo
Kinestésico
Procesamiento de información (Honey y Mumford)
Activo
Reflexivo
Pragmático
Teórico
Categoría bipolar (Felder y Silverman)
Sensoriales/Intuitivos
Visuales/Verbales
Secuenciales/Globales
Activos/Reflexivos
Preferencias de pensamiento (Ned Herman)
Racionales
Cuidadosos
Experimentales
Emotivos





RITMOS Y ESTILOS DE APRENDIZAJE



RITMOS DE APRENDIZAJE



Los ritmos de aprendizajes los podemos definir como la capacidad que tiene un individuo para aprender de forma rápida o lenta un contenido. Los ritmos de aprendizaje tienen especial vinculación con los siguientes factores:
Ø  Edad del individuo
Ø  Madurez psicológica
Ø  Condición neurológica
Ø  Motivación, preparación previa
Ø  Dominio cognitivo de estrategias
Ø  Uso de inteligencias múltiples
Ø  Estimulación hemisférica cerebral,
Ø  Nutrición.
Todos tenemos diferente ritmo de aprendizaje, entre ellos se pueden mencionar:


Ritmo de aprendizaje lento:
Son aquellos que presentan dificultades para seguir un ritmo de aprendizaje “normal” o adecuado, pueden presentar problemas a nivel de memoria, con una baja capacidad de atención a estímulos verbales y de expresión, además dificultades para evocar y recuperar la información aprendida.

También presentan un desarrollo dentro de los parámetros comprendidos para su edad, pero tienen inmadurez en el área cognitiva o verbal, lo que provocara lentitud para aprender.
A continuación algunas características de niños con aprendizaje lento según Luis Bravo Valdivieso.
Ø  Lentitud para procesar la información escolar y para seguir el ritmo de aprendizaje del resto de sus compañeros.
Ø  Inadecuación entre el nivel de desarrollo de sus estructuras cognitivas y el grado de complejidad de los contenidos escolares.
Ø  Baja motivación para aprender, acompañada de una baja autoestima.
Ø  Inadecuación entre sus habilidades psicolingüísticas y el lenguaje utilizado por el profesor.
Las principales características es la necesidad de repetir las cosas muchas veces para que se le “graben”, su forma de razonar es sencilla “prefieren lo práctico y concreto”, sus periodos de atención son bajos, son mejores en tareas cortas, algunos son tímidos y se les dificulta las relaciones interpersonales.

Ritmo de aprendizaje moderado
Un niño con ritmo de aprendizaje moderado se encuentra dentro de la media de su grupo. Realiza las actividades en el tiempo que se determina para ello y suele retener grandes cantidades de información o realizar procedimientos después de analizarlos o probarlos.

Ritmo de aprendizaje rápido: Un niño con un ritmo aprendizaje rápido es capaz de aprender unos contenidos mucho más rápido que el promedio, mientras que aquel con ritmo de aprendizaje bajo le llevará más tiempo para comprender y aprender los mismos conocimientos.

En consecuencia, se le debe respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño, no se les debe presionar exigiéndoles más de lo que pueden dar en ese momento ya que el riesgo de bloque y de frustración psicológica sería fatal.


ESTILOS DE APRENDIZAJE
Estilo de aprendizaje: Es el conjunto de características pedagógicas y cognitivas que suelen expresarse conjuntamente cuando una persona debe enfrentar una situación de aprendizaje; es decir, las distintas maneras en que un individuo puede aprender.
Se cree que una mayoría de personas emplea un método particular de interacción, aceptación y procesado de estímulos e información.
Las características sobre estilo de aprendizaje suelen formar parte de cualquier informe psicopedagógico que se elabore de un alumno y pretende dar pistas sobre las estrategias didácticas y refuerzos que son más adecuados para el niño.

No hay estilos puros, del mismo modo que no hay estilos de personalidad puros todas las personas utilizan diversos estilos de aprendizaje, aunque uno de ellos suele ser el predominante. 



Los estilos de aprendizaje son los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo el estudiante percibe interacciones y responde a su ambiente de aprendizaje; por lo que cada persona utiliza su propio método o estrategia a la hora de aprender y su propio estilo y estrategia particular de aprendizaje, velocidad, características y eficacia al aprender o de manera más sencilla, la “descripción de las actitudes y comportamientos que determinan las forma preferida de aprendizaje del individuo. 
El estilo de aprendizaje consiste en definitiva en cómo nuestra mente procesa la información cómo es influida por las percepciones de cada individuo, con el fin de alcanzar aprendizajes eficaces y significativos. Por ejemplo, cuando se aprende un nuevo concepto, algunos estudiantes se centran en los detalles, otros en los aspectos lógicos, otros prefieren hacerlo leyendo o llevándolos a la práctica a través de actividades. Por ello es necesario planificar actividades ajustadas a los estilos de aprendizaje de los participantes de manera que sean más receptivos cuando perciban que los objetivos del programa de formación responden a sus necesidades y expectativas.
Es importante establecer que los estilos de aprendizaje no son estables, es decir, pueden sufrir modificaciones a lo largo del tiempo. En efecto, a medida que avanzan en su proceso de aprendizaje los estudiantes van descubriendo cuál es su mejor forma de aprender, dependiendo de condiciones tales como las circunstancias, contextos o tiempos de aprendizaje.

Los modelos  más conocidos y utilizados en cuanto a estilos de aprendizaje, éstos son:

Los alumnos aprenden con más efectividad cuando se les enseña con sus estilos de aprendizaje predominante. En consecuencia, podríamos decir que:  
El facilitador podrá orientar mejor el aprendizaje de cada alumno si conoce cómo aprenden.
Si la meta del facilitador es lograr que los estudiantes aprendan a aprender, entonces se le debe ayudar a conocer y optimizar sus propios estilos de aprendizaje.


Sin embargo, adaptar la intervención educativa al estilo de aprendizaje de cada estudiante adulto resulta una tarea bastante difícil y más aún cuando se trata de un proceso de formación a distancia. 



Motivación pedagógica

Es común entender que la tarea del docente se basa solamente en la necesidad de conocer y abarcar ampliamente los contenidos que va a desarrollar en su materia, pero existe una labor fundamental que debe ejercer el profesional para lograr un interés en el público al cual se va a dirigir. En su caso son alumnos ya  sean de nivel primario, secundario, universitario e incluso profesionales.
En la educación el vínculo que se genera desde el primer día de clases es el punto de partida para lograr un aprendizaje fluido, ya que es el momento en el cual existe un desconocimiento mutuo de ambas partes, y tanto el docente como los alumnos están a la espera de encontrar la motivación que le permita llevar los contenidos de manera fluida. denota la etimología de la palabra motivación que proviene del latín movere, que significa moverse, poner en movimiento o estar listo para la acción. De esta manera Herrera declar la motivación del aprendizaje como algo volitivo, por lo que depende de las necesidades y los impulsos del individuo.  el interés del alumno bajo la existencia de 3 factores fundamentales:
Primero, el significado  que para ellos tiene conseguir aprender lo que se les propone, significado que depende de los tipos de metas u objetivos a cuya consecución conceden más importancia. Segundo, las posibilidades que consideran que tienen de superar las dificultades que conlleva el lograr los aprendizajes propuestos por los profesores, consideración que depende en gran medida de la experiencia de saber o no cómo afrontar las dificultades específicas que se encuentran. Por último, el costo, en términos de tiempo y esfuerzo, que presienten que les va a llevar lograr los aprendizajes perseguidos, incluso considerándose capaces de superar las dificultades y lograr los aprendizajes.
Bajo estos tres factores se encuentra que estos autores hacen referencia a la relación entre alumno y contenido, donde el alumno es aquel que realiza un análisis con respecto a las ventajas o recompensas que va a obtener al aprender estos contenidos. El primer factor esta dado por el pensamiento del alumno en el cual hace un análisis de la recompensa que logra al aprenderlos conceptos que le presenta el docente, por lo tanto se genera una relación directa de los alumnos con el contenido de manera que el aprendizaje trae consigo un premio que sólo va a obtener si puede absorber esos nuevos conocimientos; y es ahí donde el docente debe aprovechar esa ventaja que da el estudiante para incluir dentro de sus estrategias las ventajas y objetivos que puede llegar a tener el estudiante al adquirir esos conocimientos que le ofrece el docente.

El segundo factor está muy relacionado a la existencia del miedo al fracaso dentro de la cabeza del alumno, lo que crea una negación y un bloqueo del estudiante en el cual se auto-asigna como imposibilitado para adquirir cierto tipo de conocimientos. Es el caso del alumno de primaria que declara que es malo para las matemáticas por lo tanto todas las áreas relacionadas con esta se le hacen difícil. Es aquí donde la acción del docente tiene que ser mucho más fuerte ya que se  trabaja directo con la autoestima del estudiante y se intenta generar un cambio de pensamiento interno.
El tercer factor, sumamente importante, está dado por el tiempo que le puede llevar al estudiante lograr el aprendizaje de estos nuevos conceptos ya que normalmente funciona la ley del menor esfuerzo, por lo tanto el docente debe hacer énfasis en el primer factor ya que genera la motivación del alumno haciendo que el tiempo que le lleva aprender los conceptos lo va a llevar a obtener esa recompensa que tanto anhela.
Teniendo en cuenta estos tres factores se debe lograr el interés basándose en la motivación pedagógica y esta misma se divide en dos tipos, la intrínseca y la extrínseca: la primera es la satisfacción interna que siente el alumno al lograr con éxito la tarea misma, mientras que la extrínseca depende de la reacción de un agente externo al alumno sobre el logro de su cometido ya sea lo que genera en sus compañeros o en su docente; o simplemente el hecho de obtener algo tangible por el éxito de la tarea.
Estas dos motivaciones tienen en cuenta el éxito del alumno pero está claro que no todos los alumnos logran con éxito el aprendizaje, por lo tanto como respuesta de ese fracaso se generan dos tipos de problemas emocionales la indefensión  y la desesperanza aprendida. Por un lado, la indefensión, que se da cuando el alumno adjudica el resultado de sus estudios a algún agente externo o interno del cual él no tiene control. Por otro, la desesperanza aprendida es la respuesta ante un fracaso en el pasado y crea un pensamiento en el alumno en el cual cree que sus aportes no son significativos y que todo lo que diga va a estar mal por lo tanto por vergüenza no a realiza ningún aporte y no corre riesgos para pasar desapercibido.


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